Si alguna vez estás hablando con alguien y te da la sensación de que te está mintiendo, o simplemente sus respuestas no te convencen. No te quedes con la duda y lee estos cinco tips que Psicologia Motivacional apunta para descubrir a un buen mentiroso:
Tocarse
la boca: Aunque el mentiroso tenga una edad
prudencial, Le será inevitable
tocarse los labios ligeramente, ya
que su cerebro envía información inconsciente a sus dedos para evitar que la
mentira se escape.
Esa reacción se debe a que nacimos con gestos natos. Desde niños solíamos taparnos la boca para evitar que se escapara una palabra no deseada, o nos cubríamos las orejas para no escuchar algo de nuestro agrado.
Esa reacción se debe a que nacimos con gestos natos. Desde niños solíamos taparnos la boca para evitar que se escapara una palabra no deseada, o nos cubríamos las orejas para no escuchar algo de nuestro agrado.
Cuando
crecemos, esos gestos se van volviendo más sutiles. Sin embargo nuestro cuerpo sigue reaccionado de la
misma manera cuando decimos una mentira, y
aunque no tapemos nuestra boca con las dos manos, hay micros gestos que nos delatan al
decir una mentira.
Tocarse
la nariz: La nariz tiene muchas
terminaciones nerviosas , y se produce un ligero picor cuando se detectan
pensamientos negativos, o por la misma presión de decir algo negativo o no
deseado
Frotarse
un ojo: Cuando mentimos
buscamos evitar la culpa y este gesto es es un intento de no “ver” la
mentira.
Tocarse
una oreja: Es una señal de que sinceramente el
mentiroso no cree lo que dice, es por eso que tocándose la oreja evita
escuchar la mentira que dijo.
Rascarse el
cuello cinco veces: Esto indica nerviosismo, duda o
incertidumbre. Debes estar atento/a porque si se cada vez que se sube la mano
al hablar y se rasca el
cuello cinco veces, significa que esa persona se no cree lo que está
diciendo y busca autoconvencerse a través de ese gesto.